Años 70. Los pioneros del karting en Aragón
Los años setenta supone la irrupción del karting en Aragón. Ya a finales de los años 60 el karting había llegado a España, y los primeros campeonatos habían comenzado en Cataluña, Madrid, etc.
Los setenta suponen un auténtico boom del karting en Aragón. No había circuitos permanente, ni falta que hacía para los intrepidos pilotos aragoneses
Cualquier pueblo que se preciara tenía que contar con su propio "gran premio" y los pilotos con sus "locos cacharros" no le hacían ascos a ninguna carrera por complicado y estrecho que fuera el circuito.
En esa época, incluso los propios Ayuntamientos financiaban los reducidos costes de montar una carrera con cargo a los presupuestos de fistas, incluido el seguro que normalmente era el propio de los festejos municipales, de modo que en muchas ocasiones los pilotos no sólo no pagaban inscripción sino que tenían primas de salida, premios en metálico, invitaciones a comidas populares, etc.
Era una época en la que, por tanto, correr estaba al alcance de muchos bolsillos, aunque fuera montando su propio chasis a base de cuatro hierros, y comprando un motor usado.
Los juegos de ruedas duraban una temporada completa, el suelo de los circuitos urbanos de los años 70 deslizaban enormemente en la mayoría de las ocasiones y la pericia del piloto se imponía a las virtudes del chasis o incluso al empuje de los primeros motores Parilla o Arisco.
Con este "caldo de cultivo", muchos clubs de diversos pueblos y ciudades se crearon y animaron a organizar pruebas, muchos pilotos entraron y al poco tiempo muchos más les acompañaron.
No era extraño temporadas con 20 o 30 pruebas, eso si, de una sóla carrera por "meeting".
¿Quieres protagonizaron este maravilloso periodo?
Podemos citar como ejemplos de los pioneros a Jesús Huerta, Eduardo Pinilla, Josepe Berna, Benigno-Jesús Pérez Santander, Jesús Val o Quino Gómez Pitarch.
Josepe Berna, padre de Miguel Berna, dominó las temporadas en las que participó hasta mediados de la década, consiguiendo dos títulos de Campeón de Aragón oficiales de la Federación
A Josepe Berna, le seguía de cerca otro apellido "clásico" como era el de Benigno-Jesús Pérez Santander, tío del actual piloto de Arakart. Benigno Jesús rozó muchos años el título, consiguiendo varios subcampeonatos, hasta que en 1977 consiguió su único título de Campeón de Aragón de Karting.
El tercer nombre mítico de la década fue, sin duda Quino Gómez Pitarch, piloto con mucho carácter, y no menos medios, que supo aprovechar para imponerse en la segunda mitad de los años 70 a su eterno rival (y amigo personal) Benigno-Jesús Pérez Santader, llegando a crearse dos "bandos" de pilotos y aficionados, a favor de uno u otro piloto, al margen incluso de la buena relación personal entre ambos,aunque no debemos olvidar a Jesús Val, que entre ambos también consiguió numerosos triunfos
En conclusión, los 70 fueron una época de explosión, de intensidad, de muchas carreras con un material generalmente precario, una época en la que si haber circuitos permanentes en condiciones, la afición nació y creció con fuerza en todo Aragón.
Hubo magníficas carreras que llegaron a ser clásicas en Zaragoza, en la propia Universidad de Plaza San Fracisco, en el Arrabal, en Las Fuentes, ... en Ejea de los Caballeros, Calatayud, Tauste, Huesca ...
Los pilotos tenian muchas ocasiones para correr y a fe que lo hacían
Y
después de cada carrera, normalente había fiesta, muchas veces las propias fiestas del Ayuntamiento organizador. Una buena época para disfrutar en el karting.
Sin embargo, nuestro deporte no estaba todavía en condiciones de destacar a nivel nacional, por las propias características del karting aragones, más amateur que nunca. Llegarían los años 80 para ver a algunos de nuestros pilotos de karting mandando en el concierto español...
Los setenta suponen un auténtico boom del karting en Aragón. No había circuitos permanente, ni falta que hacía para los intrepidos pilotos aragoneses
Cualquier pueblo que se preciara tenía que contar con su propio "gran premio" y los pilotos con sus "locos cacharros" no le hacían ascos a ninguna carrera por complicado y estrecho que fuera el circuito.
En esa época, incluso los propios Ayuntamientos financiaban los reducidos costes de montar una carrera con cargo a los presupuestos de fistas, incluido el seguro que normalmente era el propio de los festejos municipales, de modo que en muchas ocasiones los pilotos no sólo no pagaban inscripción sino que tenían primas de salida, premios en metálico, invitaciones a comidas populares, etc.
Era una época en la que, por tanto, correr estaba al alcance de muchos bolsillos, aunque fuera montando su propio chasis a base de cuatro hierros, y comprando un motor usado.
Los juegos de ruedas duraban una temporada completa, el suelo de los circuitos urbanos de los años 70 deslizaban enormemente en la mayoría de las ocasiones y la pericia del piloto se imponía a las virtudes del chasis o incluso al empuje de los primeros motores Parilla o Arisco.
Con este "caldo de cultivo", muchos clubs de diversos pueblos y ciudades se crearon y animaron a organizar pruebas, muchos pilotos entraron y al poco tiempo muchos más les acompañaron.
No era extraño temporadas con 20 o 30 pruebas, eso si, de una sóla carrera por "meeting".
¿Quieres protagonizaron este maravilloso periodo?
Podemos citar como ejemplos de los pioneros a Jesús Huerta, Eduardo Pinilla, Josepe Berna, Benigno-Jesús Pérez Santander, Jesús Val o Quino Gómez Pitarch.
Josepe Berna, padre de Miguel Berna, dominó las temporadas en las que participó hasta mediados de la década, consiguiendo dos títulos de Campeón de Aragón oficiales de la Federación
A Josepe Berna, le seguía de cerca otro apellido "clásico" como era el de Benigno-Jesús Pérez Santander, tío del actual piloto de Arakart. Benigno Jesús rozó muchos años el título, consiguiendo varios subcampeonatos, hasta que en 1977 consiguió su único título de Campeón de Aragón de Karting.
El tercer nombre mítico de la década fue, sin duda Quino Gómez Pitarch, piloto con mucho carácter, y no menos medios, que supo aprovechar para imponerse en la segunda mitad de los años 70 a su eterno rival (y amigo personal) Benigno-Jesús Pérez Santader, llegando a crearse dos "bandos" de pilotos y aficionados, a favor de uno u otro piloto, al margen incluso de la buena relación personal entre ambos,aunque no debemos olvidar a Jesús Val, que entre ambos también consiguió numerosos triunfos
En conclusión, los 70 fueron una época de explosión, de intensidad, de muchas carreras con un material generalmente precario, una época en la que si haber circuitos permanentes en condiciones, la afición nació y creció con fuerza en todo Aragón.
Hubo magníficas carreras que llegaron a ser clásicas en Zaragoza, en la propia Universidad de Plaza San Fracisco, en el Arrabal, en Las Fuentes, ... en Ejea de los Caballeros, Calatayud, Tauste, Huesca ...
Los pilotos tenian muchas ocasiones para correr y a fe que lo hacían
Y
después de cada carrera, normalente había fiesta, muchas veces las propias fiestas del Ayuntamiento organizador. Una buena época para disfrutar en el karting.
Sin embargo, nuestro deporte no estaba todavía en condiciones de destacar a nivel nacional, por las propias características del karting aragones, más amateur que nunca. Llegarían los años 80 para ver a algunos de nuestros pilotos de karting mandando en el concierto español...
